Plan económico de Piñera priorizará simplificación tributaria y reasignaciones ante escenario fiscal

Han sido meses de mucho movimiento para Susana Jiménez. Primero, la economista asumió como subdirectora de Políticas Públicas en Libertad y Desarrollo en reemplazo de la ahora consejera del Banco Central, Rosanna Costa; y luego se convirtió en la macrocoordinadora del consejo programático del candidato presidencial Sebastián Piñera. Rol que, además, comparte como integrante del grupo económico que asesora al expresidente en esta materia para un eventual gobierno.

El referido grupo también lo componen el exministro de Hacienda, Felipe Larraín; el extitular de Economía, Juan Andrés Fontaine, y los economistas José Ramón Valente, Klaus Schmidt-Hebbel, Soledad Arellano y el ingeniero Carlos Ríos de Avanza Chile.

- Sebastián Piñera ha dicho que hará “reformas a las reformas”, pero ¿de qué profundidad serán estos ajustes?

- Las reformas aprobadas, y las que están en trámite, no siempre han partido de un diagnóstico correcto y, la mayoría de las veces, han sido mal diseñadas, presentando dificultades en su implementación.

El efecto que tuvo la reforma tributaria sobre la actividad y, particularmente sobre la inversión, es indudable. Llevamos tres años con inversión negativa y no descarto que en este cuarto año pase lo mismo.

Por lo tanto, dentro de las medidas está una revisión de la reforma tributaria en pro de volver a poner los incentivos correctos para una mayor inversión y un mayor ahorro, en pro también de una simplificación de esta reforma, en pro de las pymes para poder alentar su actividad, pero además teniendo total conciencia que tenemos una restricción presupuestaria. El próximo gobierno, cualquiera que este sea, va a heredar una situación fiscal muy complicada.

- ¿En este escenario, está descartado bajar la carga tributaria?

- Hay que avanzar en algunas correcciones, como que tenemos un impuesto corporativo altísimo, por sobre el promedio de la OCDE, por lo tanto ahí vamos a observar unas propuestas. Lo mismo con el tema de la integración de los sistemas.

Sin embargo, el tema de la carga tributaria va a ser complicado, acá hay que ver cómo se ajusta de manera tal de poder dar los incentivos a la inversión y al ahorro, pero sin que eso signifique una situación aún más desmejorada de las arcas fiscales. Por lo tanto, hay que hacer un esfuerzo de reasignación, de reducción de gastos innecesarios, y ver cómo cuadramos para que haya una neutralidad fiscal en las medidas que se propongan.

- ¿El próximo gobierno debería entrar haciendo reasignaciones y un ajuste fiscal?

- Como está el panorama fiscal para el próximo año, acá no hay cabida a aumentos de gasto, lo que habrá que hacer es reasignaciones, racionalización de gasto público y medidas que finalmente terminen por reactivar la economía, lo cual reditúa con mayor ingresos fiscales. Insisto, el énfasis es que hay que volver a reconstruir confianzas y que eso se traduzca en un mayor crecimiento, que trae consigo mayor recaudación fiscal que será necesaria para sobrellevar los mayores gastos comprometidos para los próximos años.

- Se ha señalado que un próximo gobierno tendrá el viento a favor para crecer más.

- Sí y no, porque el escenario internacional muestra señales de recuperación, sin embargo Chile no se sube a esa ola y, al contrario, vemos una corrección a la baja en el crecimiento esperado. Es bien distinto cuando vienes de una seguidilla de años donde has tenido bajo crecimiento, en que has tenido reformas que han afectado ese crecimiento y la toma de decisiones.

Claro, el escenario internacional está mejor, pero Chile no se sube porque efectivamente hay un pesimismo imperante. Hay un ambiente que no ha ayudado a la reactivación y por mucho que mejore el escenario internacional, no vemos una recuperación de la actividad económica.

- Piñera dijo que se iba a poner metas ambiciosas pero factibles, habló de duplicar la tasa de crecimiento en el largo plazo, ¿cómo se logra eso?

- Cuando hay un ambiente complejo y un clima malo para el desarrollo del emprendimiento y de los negocios, hay que buscar una forma de revertirlo. La impronta de los gobiernos y el efecto sobre las expectativas en los agentes económicos es importante. Entonces, hay un efecto ahí que -dependiendo de la impronta, de los distintos programas- se traduce en un cambio en las expectativas de las personas, en el clima de negocios y, por lo tanto, eso es un efecto impulsor.

Ahora, obviamente eso no es suficiente, y ahí entra el tema de las propuestas de los distintos candidatos y esta candidatura va a tener un énfasis en cómo recuperar la inversión, que tiene relación con una agenda tanto de incentivos tributarios, pero también con otro tipo de incentivos económicos, mejoras regulatorias. Estoy pensando en lo tributario y en otro tipo de regulaciones y un trabajo fuerte en todo lo que es una agenda de productividad.

- ¿Cómo se reimpulsa el crecimiento entonces?

- Tiene que ver con expectativas y con el contenido programático que esté orientado hacia un reimpulso de la actividad económica.

“En la agenda laboral hay mucho más que la reforma”

- ¿Simplificarán la reforma laboral?

- La reforma aprobada el año pasado recién empezó a regir, por lo tanto estamos en una etapa en que todavía hay ciertas áreas grises, justamente producto de los dictámenes de la Dirección del Trabajo, que en muchos casos en vez de esclarecer han dejado algunas incertezas respecto a cómo va a hacerse operativa.

Vamos a ver la aplicación práctica y cómo se puede, al menos, ponerle orillas a estas áreas que quedaron en la incerteza producto de un trámite probablemente apurado.

En la agenda laboral hay mucho más que la reforma, tiene que ver mucho con capacitación, incentivos para el trabajo de jóvenes y mujeres. El teletrabajo es un área súper relevante, al igual que la flexibilidad de la jornada.

- ¿Se puede volver entonces a tasas de crecimiento en torno a un 4,5% o 5%?

- Hay que tratar de jugarse por volver a recuperar tasas más altas, pero pensar en volver a tasas de 4% y 5%, tomará más tiempo.

Ahí está nuestra tarea de proyectar un poco más a largo plazo, porque en cuatro años de gobierno a veces no se logra todo lo que uno quisiera.

SERNAC, SANITARIAS Y AGUAS: LAS DEFINICIONES REGULATORIAS

- Sernac: "El proyecto que presentó este gobierno, que finalmente concentra una serie de atribuciones dentro de este órgano público, nos parece que no le da la estructura adecuada y, por lo tanto, hay que ver si esto se termina de tramitar. Yo, en mi opinión, tendería a privilegiar una institución que se aboque a defender los derechos de los ciudadanos, lo hace parte de un proceso y no juez y parte, como es están tratando hoy día de perfilar".

- Código de Aguas: "Hemos visto recientes indicaciones de parte del Ejecutivo, particularmente del Ministerio de Hacienda, que corrige algunos elementos que eran muy graves, pero que finalmente no cambian la esencia del proyecto, que transforma el otorgamiento de derechos de aprovechamiento en derechos temporales, que introduce normas que tienen efectos retroactivos, como la caducidad. Por lo tanto, lo vemos de nuevo como una amenaza a la actividad económica. Hay un interés por cambiar el sistema, por darle más injerencia al Estado en un mercado que ha sido siempre históricamente gestionado por los propios usuarios".

- Sanitarias: "Este proyecto es muy malo. Afortunadamente, el Ejecutivo no lo ha patrocinado y ha dicho explícitamente que no lo hará. Es una muestra de iniciativa parlamentaria altamente gravosa, lo que se suma a esta percepción de políticas que son anticrecimiento, antidesarrollo productivo".